Los puros JOSÉ L. PIEDRA se enrollan a mano con hojas procedentes de la región productora de Vuelta Arriba, situada al este de Cuba. La familia Piedra, de origen asturiano, se estableció a finales del siglo XIX en el barrio de Santa Clara. Desde el punto de vista de la construcción, el cigarro tiene un tiro excelente tras un simple corte recto y mucho humo. Además de un rediseño del logotipo y de la vitola, Habanos abandona el paquete de 25 puros en favor de un paquete de 12 puros.

Jaime García, el talentoso hijo del renombrado fabricante de puros Pepín García, creó este excepcional puro como homenaje a su padre, que saltó a la fama con la marca Tatuaje. Desde su debut, los puros Mi Padre han cosechado los mayores elogios de los entusiastas del cigarro de todo el mundo. Este puro impecable y de gran cuerpo ofrece sabores ricos y complejos y un aroma incomparable, todo ello con una construcción excelente. Sus notables cualidades le valieron el prestigioso puesto nº 3 en la lista de los 25 mejores puros de 2009 de Cigar Aficionado.

Para crear el Azul, se elabora meticulosamente una mezcla de tabaco 100% nicaragüense, procedente de semilla cubana. Esta robusta mezcla se completa con una capa oscura de Corojo nicaragüense, que da como resultado un puro con mucho cuerpo y sabor. El Azul presume de un bouquet rico y especiado, con una serie de matices terrosos, que proporcionan una experiencia de fumada llena de acontecimientos y satisfactoria de principio a fin.

La Antiguedad se elabora a partir de una mezcla experta de tabacos únicos. Una capa de Habano Rosado Oscuro ecuatoriano ligeramente rojiza envuelve un doble ligamento nicaragüense, uno Criollo y otro Corojo. En su interior, una colección de tabacos nicaragüenses procedentes de tres destacadas regiones productoras, añejados durante un mínimo de tres años y medio, producen un perfil complejo pero suave, de cuerpo medio a grueso, con notas de cacao, café, cuero y un toque de pimienta.